El último consejo de Ministros de Agosto de 2016 nos trajo la aprobación del nuevo Plan Anual de Políticas de Empleo para 2016- 2017. Un plan que aporta más financiación que el del 2015, en concreto 38,5 Millones de euros más y con un presupuesto total de 5.265 Millones de € de los que las Comunidades Autónomas recibirán 1.800 M €. Un plan que nace huérfano de padres condicionando el tan anunciado presupuesto a un gobierno incierto con cambalache de partidos políticos, colores, ideologías y propuestas económicas y de empleo que intentan cuadrarse como las piezas de un tetris.
En mitad de esta amalgama de “ponerse de acuerdo y tener responsabilidad de estado” se aprueban unos números que no le cuadran a Bruselas , reto que el próximo Gobierno tendrá que explicarles a nuestros amigos los de la UE 28.
¿Son creíbles estos números? Difícilmente parecen serlo cuando la Comisión Europea está con el alma en vilo en lo que se refiere a nuestro incumplimiento de déficit. Lo que es curioso en la gran anunciación del PAPE 2016 por parte del actual gobierno en funciones es que a la par también se suscriba un aumento del cumplimiento de objetivos suscrito a porcentaje del presupuesto asignado de un 60% en 2015- 2016 a un 70% para el 2016- 2017. Y es que, en tan sólo tres años se ha pasado de exigir a las CC.AA. un porcentaje de objetivos cumplidos en políticas de empleo de un 40% a un 70%. Este dato resulta curioso cuando sistemáticamente gran parte de las CC.AA. no han podido llegar a cumplir los objetivos de empleo marcados por el Gobierno Centra, de hecho, en 2010 ninguna Comunidad Autónoma cumplió con los objetivos de empleo marcados por la Unión Europea. Si atendemos al incumplimiento del déficit por parte de las CC.AA la cosa aún es peor. En 2015 fueron 10 las CC.AA. que no llegaron a los objetivos de déficit planteados por el Gobierno central. Podríamos pensar que aquellas autonomías que siempre lideran la creación de empleo como Navarra, La Rioja ó País Vasco podrán disponer de un mayor presupuesto asignado para modernizar sus sistemas de empleo público- privados e incentivar nuevos sectores emergentes. En cambio, en aquellas otras CC.AA que sistemáticamente incumplen sus objetivos de empleo a través de los indicadores asignados en el P.A.P.E como Andalucía, Murcia, Extremadura que paradógicamente son las regiones que más necesitan trabajar en la lucha contra el paro, son las que menos asignación económica recibirán. ¿Estamos ante una distribución de fondos equitativa? ¿Habría que replantear el sistema de asignación de presupuestos autonómicos en políticas activas de empleo de otra manera? Muy probablemente sí, pero esta disertación la dejo para otra tribuna de opinión.
Yojana Pavón. Presidenta Asociación Nacional de Agencias de Colocación. Profesora de posgrado universitario en Formación y Orientación Sociolaboral en la Universidad Internacional Isabel .